La solución que había ofrecido el Jefe de Gobierno porteño después de haber detectado que más de cinco mil chicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) habían perdido el vínculo con las clases presenciales pareció fracasar desde un primer momento. Y fue confirmado este miércoles, cuando el Consejo Federal de Educación lo rechazó.

Se argumentó que el regreso a las aulas que propuso Horacio Rodríguez Larreta incumplió "15 de los 33 requisitos acordados" y que desde lo pedagógico era, juego de palabras mediante, "paradójico".

El propio ministro de la Nación del área, Nicolás Trotta, consideró que el discurso era "incongruente" con lo expresado en los papeles, y que la circulación de personas que demanda el plan “implicaría un enorme riesgo para los alumnos y docentes”.

La alta circulación de coronavirus en CABA parece ser motivo suficiente ante la idea de que niños y jóvenes se encuentren con las computadoras en las entidades educativas “en solitario”.

El documento de los especialistas emitido ayer expresa: "Se espera que al momento de concurrir al espacio digital, los estudiantes tengan una idea clara de la tarea a desarrollar, y tengan con ellos la información necesaria para resolverlo. Esto resultaría paradójico, ya que justamente los estudiantes que concurrirían serían aquellos que perdieron el vínculo con sus docentes”.

Como el proyecto de Rodríguez Larreta sólo contemplaba "sentar a los alumnos frente a una computadora", Trotta planteó la idea distribuir las computadoras para estudiantes que estén disponibles, y adquirir algunas otras que ya cuenten con las actividades escolares disponibles en los dispositivos.

Se adujo, a su vez, que había poca claridad respecto a qué funciones debían desarrollar los docentes.