Allá por octubre de 2018, la presión social y político hizo al gobierno nacional volver sobre sus pasos, cuando intentó que la “compensación” a las empresas productoras de gas fueran pagadas por los usuarios en 24 cuotas.

Debió hacer marcha atrás con una resolución en aquel momento, pero el compromiso oficial era que la propia gestión abonaría el “desfasaje” generado por la gran devaluación del año pasado, en virtud de que los contratos del marco regulatorio para la compra de gas mayorista se encuentran dolarizados y con pagos a 75 días.

A escasos días de concluir su mandato, este jueves finalmente quedó oficializado el pago en cuestión, que incluye a uno de los sectores más beneficiados en los últimos cuatro años, producto de “tarifazos” que elevaron en casi un 2.000% el costo del servicio. Entre las empresas se encuentra Pampa Energía, del empresario Marcelo Mindlin, cercano a la Presidencia.

Con el reloj de arena en la mano, y pasados los compromisos electorales que demandaron medidas “de alivio”, ahora los cuestionamientos hacia el presidente retoman su asidero.

Es que el contexto de gestión lo marcan el fuerte ajuste fiscal en áreas sensibles, la continuidad de los aumentos (este jueves, la nafta) y un “reperfilamiento” de la deuda a corto plazo.

Las empresas a las que alude la normativa son Ieasa, YPF, Total, PAE, Pampa Energía, Wintershall, Tecpetrol y Pluspetrol, entre las que más recibirán. Son las mismas que comenzarán, desde ahora, a pedir por el “desajuste” generado por la última devaluación, ocurrida a mediados de agosto, después de las elecciones primarias.

A su vez, la postergación de los dos últimos incrementos semestrales en el servicio de gas natural, de abril y octubre, esperan su momento para ajustar aún más el costo del servicio. Se concluye así, el plan que el ministro de Energía, Juan José Aranguren, diagramó desde un inicio, con la quita progresiva de subsidios y la idea de "pagar lo que vale" la prestación.