La Agencia Internacional de Energía publicó este martes el último informe sobre el consumo de energía global y las emisiones de CO2 asociadas a la producción de energía durante 2018 (Análisis de la Energía Mundial 2018-WEO 2018).

Es un esperado resumen que elabora información incluidos los últimos datos disponibles sobre la producción de electricidad y la eficiencia energética en el uso de petróleo, gas, carbón, energía eólica, solar y nuclear.

La demanda de energía mundial creció 2,3% el año pasado, el ritmo más rápido de la última década, una perfomance excepcional dirigida por una economía global robusta y las mayores demandas de calor y frío en algunas regiones.

El gas natural fue el combustible de elección, dando cuenta del 45% del crecimiento en el consumo de energía. Esta demanda creció especialmente en China y USA.

La demanda de todos los combustibles creció y los combustibles fósiles fueron 70% del crecimiento por segundo año consecutivo.

La energía solar y eólica creció a tasas de dos dígitos, 31% si se considera solamente energía solar. Aún así, no fue lo suficiente para compensar la mayor demanda de electricidad en el mundo, que también impulsó el aumento en uso de carbón.

Como resultado, las emisiones de CO2 relacionadas con energía, crecieron 1,7% hasta 33 Gigatoneladas (Gt) en 2018. Un tercio del total del incremento se debe al uso de carbón en la generación.

De esto la mayor parte de esto proviene de una flota de jóvenes plantas en países asiáticos. La mayoría de la capacidad de generación por quema de carbón se encuentra en Asia, con plantas que promedian 12 años de uso, a décadas del fin de su vida útil, ya que la vida media para esas plantas es de 50 años.

La electricidad conserva su posición como “combustible del futuro”, con la demanda de electricidad creciendo a un 4% anual, hasta más de 23.000 TWh. Este rápido crecimiento impulsa la electricidad hasta el 20% de participación en el consumo final de energía.

Las energías renovables son la mayor contribución en la expansión del poder de generación, dando cuenta de aproximadamente la mitad del crecimiento en la demanda eléctrica. China sigue siendo el líder en renovables, tanto en viento como en solar, seguida de Europa y USA.

El director ejecutivo de la IEA, el Dr. Fatih Birol, señaló en relación al reporte: “El 2018 fue un año de extraordinario incremento en la demanda de energía, el crecimiento más acelerado de la última década. También puede considerarse un año de oro para el gas, que dio cuenta de más de la mitad del crecimiento en la demanda global de energía. Pero a pesar del incremento de las renovables, las emisiones de CO2 continúan creciendo, demostrando nuevamente que se requieren acciones más urgentes en todos los frentes – desarrollo de soluciones de energía limpia, disminución de las emisiones, mejora en la eficiencia, y más inversiones e innovaciones, incluida la captura, uso y almacenamiento de carbono”.

Prácticamente un quinto del incremento en la demanda de energía global vino de la mayor demanda de calor y frío dado el cambio en los promedios térmicos de invierno y verano en algunas regiones, dónde se alcanzaron récords históricos.

Juntos, China, USA y la India, dan cuenta de aproximadamente el 70% del aumento en la demanda de energía alrededor del mundo. En USA se produjo el más grande incremento en la demanda de petróleo y gas del mundo. Su consumo de gas escaló 10%, el incremento anual más grande desde que la IEA comenzó sus registros en 1971. El incremento en la demanda de USA de 2018 fue equivalente al consumo total del Reino Unido el mismo año.

La demanda global de gas tuvo la mayor expansión desde 2010, 4,6% anual, provocada por la substitución del carbón. Nuevamente USA fue el país con mayor crecimiento, seguido de China.

La demanda de petróleo creció 1,3% en el mundo. También en este ítem USA fue el de mayor crecimiento, volviendo al primer lugar después de 20 años, con base en la fuerte expansión de la industria petroquímica y en los servicios de transporte.