Con sus particularidades, este domingo tuvo lugar otro “cacerolazo” a nivel nacional. El primero se había realizado el jueves pasado.

El contexto es el reclamo por la decisión de jueces de todo el país, con el otorgamiento de mecanismos “diferentes del encierro” para cientos de detenidos en cárceles.

Los mismos debían seguir un pedido de la Cámara de Casación Penal, que tomando una recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) autorizó, por caso, la utilización de la prisión domiciliaria, para combatir el hacinamiento en los penales.

La pandemia por coronavirus y los riesgos de contagio en espacios no preparados sanitariamente desataron la cuestión.

Se sabe que la disposición de prisiones domiciliarias en algunos casos puntuales se otorgó a detenidos por “delitos graves”, que no estaban estipulados en las excepciones. Y de allí la imposición en la agenda temática, que hasta generó el rechazo del presidente Alberto Fernández.

La ciudadanía mostró su oposición a la cuestión haciendo sonar sus cacerolas en la noche del domingo.

“A pesar de la lluvia, se escuchó en Barrio Norte, Palermo y Saavedra entre otros barrios de la Ciudad. También, en el conurbano”, publicó el diario La Nación, hablando de Buenos Aires.