En las últimas horas circularon por redes sociales publicaciones relacionadas con Ofelia Fernández, de 19 años, quien el domingo último fue electa legisladora porteña por el Frente de Todos. En Twitter y en Facebook se cuestionó que empezaría a cobrar $ 300 mil de dieta y también se indicó que no había terminado el secundario. Ambos puntos son falsos.

El lunes y martes últimos, “Ofelia” fue Trending Topic en Twitter, según datos de la aplicación web Trendinalia. En esta red social (ver acá, acá y acá) y en Facebook (acá, acá, acá y acá) se repitieron mensajes que indicaban que Fernández “va a cobrar $ 300 mil” y “ni tiene un título”, “no terminó el secundario” o lo pusieron en duda.

De acuerdo con la información publicada en el Portal de Datos Abiertos de la Legislatura porteña, los legisladores de la Ciudad de Buenos Aires reciben de bolsillo entre $127.158 y $ 147.158, dependiendo de los distintos descuentos que se apliquen, como el pago del impuesto a las Ganancias.

El sueldo bruto es de $ 210 mil, como se puede comprobar en este recibo de sueldo al que tuvo acceso el medio Reverso. Según confirmaron desde la Legislatura, este no tuvo aumentos desde mayo último, la fecha del documento. Es decir que, a contramano de lo que circula, los legisladores de la Ciudad no cobran 300 mil pesos.

Las publicaciones que se hicieron virales también indican que Fernández “no tiene ningún título” y que “no terminó el secundario”. Ante la consulta de Reverso, ella confirmó que terminó sus estudios en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini y envió la documentación oficial que lo certifica.

La legisladora electa señaló en julio último que estaba cursando el Programa de Educación a Distancia de la Universidad de Buenos Aires UBA XXI para completar las materias del Ciclo Básico Común (CBC).

“Según lo establece la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, los requisitos para ser legislador son residir en la Ciudad, ser argentino y ser mayor de edad (18 años). No establece la necesidad de tener un título universitario para ejercer la función de representante”, indicó a Reverso Mercedes de los Santos, directora de Ciudadanía e Instituciones de Gobierno de la ONG especializada Directorio Legislativo, algo que confirma el texto de la Carta Magna.

No es la primera vez que circulan por redes sociales y WhatsApp desinformaciones sobre la legisladora electa del Frente de Todos. Durante la campaña, se viralizó una falsa cita de ella sobre la obligatoriedad del lenguaje inclusivo y también se la comparó con una cadete de las Fuerzas Armadas.

“Históricamente se le ha pedido a las mujeres el doble de credenciales que a los varones para legitimar su capacidad”, explicó a Reverso Eleonor Faur, doctora en Sociología e investigadora de relaciones de género. Además, agregó que en las críticas a Ofelia se puede identificar “una perspectiva de adultocentrismo, que tiene por presupuesto que los adultos tenemos todo claro y todo resuelto, y las demandas de los jóvenes no se terminan de escuchar”.

Marina Larrondo es doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Conicet y estudia la participación política en el secundario. En diálogo con el medio señaló que “la militancia estudiantil es un mojón importante en la trayectoria política de muchos de los políticos adultos”, y que “no es inusual que los referentes de los centros de estudiantes pasen inmediatamente después de recibirse a cargos municipales, muchos relacionados con la juventud”.

Según Larrondo, este es un caso especial porque “ella es muy joven, ha tenido una gran exposición mediática desde su militancia estudiantil en un institución destacada, y se puede ver que tiene un capital cultural importante”.

“La falta de experiencia de los jóvenes es un argumento usado generalmente por las otras generaciones. La relación con los políticos adultos siempre tiene tensiones aunque no necesariamente es conflictiva, y hay atributos de la juventud que también son valorados”, concluyó la especialista.

Esta nota es parte de Reverso, un proyecto periodístico colaborativo que une a más de 100 medios y empresas de tecnología para intensificar la lucha contra la desinformación durante la campaña.