Ver el mapa electoral, en número o porcentaje de votantes en el país, es contundente: sólo cuatro distritos tienen a más del 60% del electorado nacional. Los datos se desprenden del padrón electoral nacional, según publica la Cámara Nacional Electoral (CNE).

Se trata de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, junto con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde están habilitados para votar 21.009.732 ciudadanos y ciudadanas de un total de 34.330.557 electores que posee el padrón nacional.

De esta manera, la Provincia de Buenos Aires, territorio clave para toda proyección nacional, tiene 12.704.518 personas habilitadas para Votar y luego le siguen los otros tres distritos mencionados, en este orden: Córdoba (2.984.631), Santa Fe (2.768.525) y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (2.552.058).

Mientras estos cuatro distritos tienen más del 60% de los electores, menos del 40% del padrón se distribuye en los otro 20 distritos. En este grupo, los más representativos en cantidad de votantes son: Mendoza (1.439.463), Tucumán (1.267.045) y Salta (1.051.142). 

Por el contrario, los distritos con menos electores son: Tierra del Fuego (141.548), Santa Cruz (256.388) y La Pampa (293.790).

Mapa CNE
Mapa CNE

En este contexto, aunque es una compulsa nacional pero todavía con definiciones propias de cada provincia (se elegirán 127 diputados y 24 senadores en todo el país), las elecciones de medio término permiten delinear el mapa político del país.

Además de delinear el peso de las fuerzas en el territorio, con las Legislativas se define la presencia de las mismas en el Congreso de la Nación, para representar a cada Estado subnacional (las senadores y senadoras) y a la ciudadanía de cada distrito (los diputados y diputadas).

Para Córdoba, el desafío está puesto en la renovación de 9 bancas en Diputados y 3 en el Senado. Pero, además de esa representación en las cámaras legislativas, el número de electores y electoras, que se acerca a los 3 millones, la posicionan como el segundo distrito del país en cantidad de votantes y la convierte en un atractivo para acciones proselitistas con marcada presencia y proyección nacional en los días de campañas que viene por delante.