En su primer discurso como máxima autoridad nacional Alberto Fernández ratificó que el combate contra la pobreza (que afecta a un 41% de la población según la reciente medición de la Universidad Católica Argentina) será uno de los ejes principales de su gestión.

Al respecto, convocó a "toda la Argentina unida" a poner un freno a lo que denominó como "una catástrofe social".

Por ello anunció que su primera reunión oficial de gobierno será un encuentro de trabajo sobre una prioridad: el Plan Integral Argentina Contra el Hambre.

En ese marco planteó la necesidad de crear "una ética de las prioridades y las emergencias. Eso supone comenzar por los últimos para poder llegar a todos".

"Más de 15 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria en un país que es uno de los mayores productores de alimentos del mundo", enfatizó.

"Sin pan no hay presente ni futuro. Sin pan la vida sólo se padece. Sin pan no hay democracia ni libertad", remarcó.