El dólar blue tuvo este miércoles un nuevo récord, alcanzando los 130 pesos de cotización en nuestro país. En medio de una pandemia, una economía que venía frágil lo percibe mientras a los Estados les crecen las responsabilidades de auxilio.

El economista Horacio Rovelli intenta central la mirada en el contexto, y lo primero que destaca es que “tiene que haber cierta proporcionalidad entre impuesto al consumo, a la Ganancia y al Patrimonio”, pero que está lejos de ser real.

Remarcando que entre IVA e Ingresos Brutos llegan al 70%, “el grueso es en base al consumo y la actividad”, mientras que “al Patrimonio se le cobra el 1,5 del total de la recaudación”. Allí, apunta que los impuestos inmobiliarios y “a la tierra” sólo alcanzan el 0,4% del PBI.

Para el integrante del Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE) es “un grave problema” la falta de impuestos a los sectores más ricos, y traza los argumentos en la situación actual, donde “todos los Estados están haciendo gastos para equiparse, pero también para alimentar a la gente que está sin trabajo”.

Entrevistado por el programa Nada del otro mundo, aclara: “Todo ese gasto está desfinanciado, y por eso se emite dinero. Y esa emisión la consiguen más rápido los grupos concentrados, básicamente porque aumentan los precios de todos los productos básicos”.

Remarca que “son pocas empresas” las que concentran esa canasta, y es tajante en la crítica: “Ese círculo perverso, que les permite acumular ganancias en medio de una crisis, los hace acumular fortunas para comprar dólares y fugar la plata. Y esto sólo se puede romper si le cobrás impuestos.

Rovelli ve la existencia de “un justificativo ideológico para que esto no lo vea la gente”, porque “está muy a la vista que estamos siendo estafados” por los formadores de precios.

Y agregó: “Siempre están buscando la oportunidad para hacer la diferencia, sin importar a quién afecten. Hay una gran cantidad de gente en su casa, y no sólo en el país, el mundo demanda alimentos. Encima de esta fuerte demanda externa, esas mismas personas no lo reflejan en Comercio Exterior. Porque venden en negro, subfacturando exportaciones, o en todo caso reteniendo”.

A su juicio, “el Estado tiene que poner la lupa ahí”, puntualizando las diferencias entre l”o que declara la Bolsa de Cereales de Rosario y lo que pasa en realidad”.

Los nombres de las fortunas

A las cinco personas más ricas del país, según datos oficiales de la revista Forbes, el economista le suma algunos nombres.

Más allá de Paolo Rocca (Techint), Alejandro Bulgheroni, Gregorio Pérez Companc, Alberto Roemmers y el desarrollista inmobiliario Jorge Pérez, también le suma mencionando al multiinversionista Hugo Sigman,  la familia Whertein, Francisco de Narváez, el empresario del aluminio Javier Madanes Quintanilla y hasta Julio Fraomeni, presidente del Grupo Galeno.

“Cobrarles el 1,5% de impuesto a la riqueza no les puede hacer ningún nada de impacto. Pero sí sería importante para el Estado, porque conseguiría financiamiento genuino. Porque ellos forman precios, reciben la plata que se emite, compran dólares y la sacan del país, y nos perjudican a quienes tienen ingresos fijos en pesos. Porque vienen con esos dólares y compran a la mitad las cosas”.