Discurso de Perón el 17 de octubre de 1945 - 'HD'

Posiblemente, el presidente de facto, Edelmiro Farrell, y su flamante ministro de Guerra, Eduardo Ávalos, no imaginaron lo que significaría la detención de Juan Domingo Perón.

Cumplida cuatro días antes, aquel miércoles 17 de octubre de 1945 se hizo insostenible. El paro general decretado por la CGT para el día posterior tuvo en la presión de las bases un condimento extra, y columnas desde diversos sectores del conurbano bonaerense comenzaron a confluir a Plaza de Mayo.

Perón, que había sido secretario de Trabajo, ministro de Guerra y vicepresidente en la gestión de Farrell, se había tornado incómodo, y terminó siendo detenido el 13 de octubre previo.

Tras el intento de traslado a la isla Martín García, había terminado en el Hospital Militar.

Hace 74 años y al grito de “Perón, Perón, Perón…”, alrededor de medio millón de personas pidió por un discurso del general, prometido por la dictadura.

Fue en los últimos suspiros del 17 de octubre que Perón hizo su aparición, yendo de “la satisfacción” al “orgullo” por “vincularse con los trabajadores”, aduciendo que “interpreto este movimiento colectivo como el renacimiento de una conciencia de clase”.

En su alocución, adujo: “Esta hora será histórica para la República. Es necesario que el trabajador posea y sepa defender la felicidad (…). Recuerden trabajadores, únanse, sean más hermanos que nunca, porque sobre la hermandad de los que trabajan, ha de levantarse en esta hermosa Patria, la unidad de todos los argentinos”.