Aún es reciente la asunción como presidente de El Salvador de Nayib Bukele, un joven que llegó al poder para romper con “el bipartidismo” que condujo al país durante tres décadas.

Pero para el flamante mandatario, de 37 años, las redes sociales cumplen un rol central.

Es que, a través de su cuenta de Twitter, se van multiplicando los pedidos directos a sus funcionarios, de órdenes directas, apuntando que “la corrupción previa ha sido demasiado evidente”.

Bukele parece ir, fundamentalmente, a romper con nociones burocráticas, “reordenar el Estado”, y dejar de lado designaciones de empleados que son familiares de dirigentes de la anterior gestión.

Así, fueron despedidos familiares y allegados a Salvador Sánchez Cerén, presidente hasta pocos días atrás del país.

Destituciones, la construcción de un puente y hasta la apertura de “plazas para técnicos en informática”, son conocidos en la web.