La imposibilidad para realizar un armado político deja a la ciudad de Córdoba sin ADN, que fuera segunda fuerza en la elección de 2015.

Hoy con un integrante en el Tribunal de Cuentas, el bloque de concejales se fue disolviendo por su ausencia en los próximos comicios.

En este sentido, Tomás Méndez, líder del espacio, adujo que “los tipos más honestos y capaces que conozco no quisieron meterse en política” por temor a represalias del poder.

Argumentó su ausencia en el pegado con las elecciones provinciales, que no sucede hace doce años: “No tenemos un candidato a gobernador y mucho menos 150 políticos para meter en listas de legisladores y concejales”.

Denunció que los candidatos “son siempre los mismos”, acusó a representantes de todos los espacios de impedir su crecimiento político y los calificó de “una mafia”.

Prometió volver a competir “en elecciones donde haya reglas claras y no trampas de dirigentes que sólo pueden mantener el poder haciendo movimientos que te hacen desilusionar de la democracia”.

Se encargó de mostrar, a su vez, su certificado de antecedentes, después de que “me armaran 15 causas judiciales” y ubicó a los principales candidatos surgidos de Cambiemos y el justicialismo de ser “responsables de una crisis económica que tarde o temprano va a explotar”.