De manera poco clara resuelven su futuro los espacios aliados en el frente Cambiemos en la provincia de Córdoba, pese a un panorama que se presentaba alentador hace poco más de un año.

Aquel triunfo en las elecciones legislativas de 2017, con Héctor Baldassi a la cabeza, había generado optimismo para desbancar del poder a Unión Por Córdoba, con presencia en la gobernación desde 1999.

En ese sentido, en las últimas horas la conducción provincial de la Unión Cívica Radical (UCR), que preside nada menos que el precandidato Ramón Mestre, envió una señal de alejamiento a la gestión nacional, pidiendo por la realización de una interna camino a los comicios del 12 de mayo.

Las presencias de Mario Negri y el propio Baldassi, que se muestran cercanos, unidos y por el sendero opuesto, no es menor. El propio Jefe de Gabinete, Marcos Peña, le remarcó al trío la relevancia que tomarían los sondeos previos en la elección.

Para la UCR, las encuestas significan “una ayuda científica y técnica para analizar la realidad social” y, en el marco político aducen haberlas utilizado “como un simple antecedente, no vinculante, para el posicionamiento de candidatos” ya que "no siempre reflejan la realidad".

El dirigente Miguel Nicolás consideró a la interna como "la forma más democrática, si no hay consenso".

En diálogo con el programa La Primera, de radio Universidad, sentenció: "Tiene que haber coherencia. Los cordobeses vamos a elegir las normas y formas para determinar los candidatos. Podemos tener en cuenta un consejo, pero no comparto que se tomen la decisión respecto a lo que piensen en Buenos Aires".

En tal sentido, concluye con un pedido de internas: “La UCR reivindica el sistema de Partidos y su rol en la Democracia, en donde el sufragio es la única expresión de la soberanía popular y la única encuesta seria y segura”.

Sin embargo, el paso del tiempo incluyó hasta una denuncia del presidente de la Coalición Cívica-ARI en la provincia, Gregorio Hernández Maqueda, dando a conocer que decisiones como la postergación de la interna (prevista originalmente para febrero y pasada a marzo) y el hecho de no permitir que más espacios políticos se integren, le hacía sospechar que “Macri no quiere ganar en Córdoba”.

La cercanía del presidente con Juan Schiaretti, no disimulada, y el aval recibido por el mandatario en el territorio, son factores que también juegan.