Wado de Pedro, el escogido para comandar el Ministerio del Interior

El 11 de noviembre pasado cumplió 43 años, pero se aduce que nació varias veces. Sus casi dos primeros años de vida sólo tuvo a su madre, ya que su padre, Enrique Osvaldo, fue asesinado en abril de 1977 por la dictadura cívico-militar. Tiempo después su madre siguió el mismo camino, en un operativo múltiple que incluyó metralletas, un helicópteros y granadas, y al cual sobrevivió dentro de la bañera.

Eduardo “Wado” de Pedro fue dejado en aquel octubre de 1978 con unos vecinos, estuvo tres meses en cautiverio y luego fue entregado al cura de la iglesia de Mercedes, provincia de Buenos Aires. Desde allí, lo crió su tía, Estela de Ustarroz, madre del actual intendente de la ciudad bonaerense. Juan Ignacio fue su hermano de crianza.

Este viernes, Alberto Fernández anunció formalmente el depósito de su confianza para conducir el Ministerio del Interior. Valorado por su condición de “escuchar”, será el encargado de llevar adelante las negociaciones políticas con los gobernadores.

Fue parte de la fundación de HIJOS a mediados de la década de 1990, y durante la gestión de Néstor Kirchner, también estuvo entre quienes le dieron vida a “La Cámpora”, la pata joven del espacio político.

Perseguido desde pequeño por una disfluencia en el habla, cultiva el perfil bajo y habla pausado. Así se lo observó en cada uno de sus discursos en la Cámara de Diputados, donde ocupó una banca en los dos últimos períodos. También representa a la Cámara Baja en el Consejo de la Magistratura de la Nación.

Fue Secretario General de la Presidencia en los últimos tiempos de la gestión de Cristina Fernández y tras la estatización, ocupaba un lugar en el directorio de Aerolíneas Argentinas y Austral en 2010, cuando presenció la condena a los asesinos de su madre.

Su vida de militancia tiene su inicio como delegado de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN); fue gestor del histórico 24 de marzo de 1997, con un multitudinario acto conmemorando el inicio de la dictadura. El 20 de diciembre de 2001, en pleno estallido social, intentó evitar que la Policía agrediera a las Madres de Plaza de Mayo y terminó en el hospital, picana y golpes mediante, con una lesión en el tabique nasal, hematoma en el cuero cabelludo y en un miembro inferior izquierdo, en la zona glútea, heridas en el ciático y la espalda.

Pasó también por la Jefatura de Gabinete de la Subsecretaría de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires durante el gobierno de Anibal Ibarra, en su primer cargo público.

En su función como productor agropecuario, tiene aún un campo en tierras mercedinas, donde hace miel y chacinados, productos que suele donar. Aún se recuerda cuando, en la visita de funcionarios al Papa Francisco, en 2014, con Cristina Fernández incluida, le obsequió un salame propio al Sumo Pontífice.