Que las empresas vinculadas a la medicina prepaga pudieron sopesar las consecuencias de la crisis económica, inflación mediante, no es novedad.

En ese camino cerrarán el año 2019, ya que el gobierno de Mauricio Macri dispuso, en su último mes de gestión, autorizar hasta un 12% de aumentos para las cuotas de las firmas que prestan este tipo de servicios.

En noviembre se concretó un ajuste del 4 por ciento, y de los períodos de 2019, los costos habrán subido, para pacientes y afiliados, en ocho de doce meses.

Los porcentajes se ubicarían, a priori, por encima de la inflación, ya que acumularán más del 60%.

El contexto lo marca, además, beneficios recientes otorgados por la gestión central desde agosto a estas empresas.

La referencia es “el incentivo fiscal” que redujo aportes patronales a clínicas, sanatorios y obras sociales.