Desde septiembre a noviembre, y posiblemente con continuidad los últimos meses, la compra de combustibles líquidos viene en caída, de acuerdo a los datos aportados por la Secretaría de Gobierno de Energía de la Nación.

Un informe llevado adelante, a su vez, por la Federación de Expendedores de Combustibles a nivel país remarca que la merma es aún más importante en la adquisición de los productos Premium.

Así, las marcas finales correspondientes a noviembre, en comparación con el mismo mes de 2017, arrojan una caída del 7,8% en la venta de nafta, y del 10,5 por ciento en el gasoil.

Por contrapartida, el año pasado fue récord en aumentos de precios, después de que el gobierno nacional liberara los precios.

Se registraron, en tal sentido, subas de casi el 65 por ciento: a fines de 2017 la nafta Súper de YPF costaba poco más de $ 25, contra los 41 de la actualidad.

Tal vez no casualmente, en los últimos días tanto la petrolera estatal como privadas decidieron bajar precios, en plena temporada estival y un contexto recesivo.