Una Corte británica condenó a 50 semanas de prisión al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, por las violaciones de los términos de libertad condicional que, supuestamente, cometió durante su permanencia en la Embajada de Quito en Reino Unido.

La decisión fue tomada por la jueza Deborah Taylor de la Corte de la Corona de Southwark en Londres, quien declaró que el acusado merece la sentencia máxima de casi un año debido a la gravedad de su delito, subrayando que Assange "tuvo la opción" de entregarse a la Policía por su propia voluntad, pero no la aprovechó.

Asimismo, rechazó su solicitud de clemencia por haber pasado casi siete años "en condiciones de prisión" mientras se encontraba en asilo político en la Embajada ecuatoriana. Según indicó la jueza, el periodo de permanencia del activista en el edificio diplomático de Quito —que calificó como un intento "de postergar la justicia"— costó a los contribuyentes británicos casi 21 millones de dólares.

Por esta resolución, WikiLeaks ha condenado la pena impuesta por el tribunal británico y ha expresado sus dudas acerca de si la próxima audiencia sobre la extradición de Assange a Estados Unidos será justa. "La sentencia de Julian Assange es tan impactante como vengativa. Tenemos serias preocupaciones acerca de si tendrá una audiencia justa respecto a la extradición", tuiteó el portal.

Por otra parte, Assange tiene programada para este jueves 2 de mayo una audiencia ante el Tribunal de Magistrados de Westminster, donde se escuchará la solicitud de Estados Unidos sobre la extradición del periodista, acusado de filtraciones de materiales secretos de Washington en su portal.

Según la denuncia del Departamento de Justicia norteamericano, Assange habría participado en actividades informáticas maliciosas en complicidad con la exagente de inteligencia del Ejército estadounidense, Chelsea Manning, que suministró a WikiLeaks miles de documentos clasificados, incluidos datos sobre las guerras en Afganistán e Irak.

El activista de origen australiano permaneció en la Embajada de Quito desde junio de 2012 hasta el pasado 11 de abril, cuando las autoridades de este país latinoamericano tomaran la decisión de retirar su asilo diplomático debido a las "reiteradas violaciones de convenciones internacionales y protocolo de convivencia", según lo tildó el presidente ecuatoriano Lenín Moreno.

Assange permanecía en el edificio diplomático ecuatoriano para evitar la extradición a Estados Unidos, donde podría ser condenado a la pena de muerte por cargos de filtración de materiales clasificados, conspiración y traición.