Así como llamó la atención de una gran cantidad de personas, que se acercaron hasta lugares que consideraron seguros, también hay preocupación.

Es que en el norte de Rusia, y a ochocientos kilómetros de su hábitat natural, apareció una oso polar hembra.

Su presencia generó interrogantes hasta que llegó a un basurero, ubicado en el extremo de la localidad siberiana de Norilsk, donde terminó buscando comida.

Su estado de delgadez y cansancio demandó la intervención de las autoridades.

Se aduce que los incendios en el Círculo Polar Ártico pueden ser algunas de las razones de la particular situación.