Desde hace nueve semanas la provincia de Chubut no tiene clases. Además, se discontinuó el pago de la obra social, los juzgados y los hospitales funcionan solo para emergencias y se paralizó la actividad pública porque el gobernador Mariano Arcioni, luego de ser reelecto el pasado 9 de junio, comenzó a pagar los salarios en cuotas o directamente a no pagarlos.

Las protestas no cesan. Se intensificaron desde el martes, cuando se conoció que dos docentes, Jorgelina Ruíz Díaz y María Cristina Aguilar, que habían estado presentes en una movilización en la ciudad de Rawson, fallecieron en un accidente automovilístico.

En una breve conferencia de prensa, el gobernador expresó sus condolencias por la muerte de las docentes, dispuso un día de asueto y dos días de duelo y también reclamó los fondos del gobierno nacional. Más tarde, en diálogo con Radiovisión sostuvo: “Bajo ningún punto de vista voy a renunciar”.

Tras conocerse el trágico hecho, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) lanzó un paro de 24 horas que se lleva a delante este jueves.

Roberto Baradel, secretario general de Suteba, señaló en conferencia de prensa: "No puede seguir una semana más este conflicto. Está en juego la paz social de la provincia. Es una situación lamentable. Son muertes evitables. La responsabilidad es del gobierno provincial, pero también buscamos que el Estado nacional se involucre".

El martes, en medio de esta situación de tensión social y de los reclamos de los docentes, el mandatario provincial, a través del ministro coordinador Federico Massoni, presentó un proyecto de ley para incrementarse el sueldo en un 325%. Si avanza en el parlamento, Arcioni pasará de ganar 55 mil pesos a 250 mil pesos, con los descuentos incluidos.