Durante este jueves, fue publicada en el Boletín Oficial la disposición del gravamen que comenzará a imponerse a la renta financiera.

De carácter retroactivo, se aplicará, por ejemplo sobre plazos fijos, llevados adelante a partir de enero de 2018.

Con el límite impuesto en cerca de una ganancia de $ 67.000 en dichas inversiones, y el pago del cinco por ciento por encima de esa cifra, la norma entra en vigencia, aunque no sin inconvenientes.

De hecho el abogado tributarista Alberto Gorosito considera que, en algunos casos, se podría hablar de “una confiscación a la renta”.

En diálogo con el programa A Pura Radio, de radio Universidad, puntualizó: “Dependiendo si el ahorro obtenido por la renta fuera inferior a la inflación, no sólo podríamos llamarlo un impuesto al ahorro, sino una confiscación a la renta”.

Brindando detalles, confió que “en algunos casos, puede ser llevado por vía judicial”, debido a que “la Corte Suprema tiene claro cuando por vía impositiva se produce una confiscación en lugar de un pago sobre una verdadera ganancia”.