Una familia de Lanús vivió una pesadilla al ser interceptada por un grupo de hinchas de Banfield, un rato después del clásico del Sur que ayer se disputó en la Fortaleza.

El vehículo, en el que viajaba una pareja con sus hijas, circulaba por la esquina de Maipú y Alsina cuando fue atacado salvajemente por fanáticos del Taladro, que se habían autoconvocado para celebrar la victoria. Golpearon al conductor, destrozaron el auto y hasta robaron las camisetas granates de las chiquitas, para luego quemarlas.