Santino es un pequeño de ocho años que sueña con jugar al fútbol, pero a diferencia del resto no quiere hacer goles, caños o gambetas... él quiere ser arquero. Por esa razón le pidió a su papá Miguel Magallanes que lo lleve a una escuelita de fútbol. Apenas llegó el profe Jorge Toledo le vio condiciones y lo puso de titular, luego de pocos entrenamientos.