Como en sus mejores momentos, Lionel Messi inició una corrida de 40 metros sobre la línea de cal de la mitad de la cancha.

Al galope, y con la pelota al pie, el delantero se fue cerrando hasta quedar perfilado para su pierna izquierda.

Al llegar a la puerta del área, juntó tres marcas y desenfundó con su pierna hábil un remate espectacular que pegó en el ángulo del arco y no entró de casualidad.

Sin embargo, el disparo no era la única opción con la que contaba Messi, le podría haber dado el pase a Griezmann.