Por Manolo Lafuente
Lejos del despectivo “burocracia del tiempo” que Cortázar, en tu mes, Julio (en tu

año, en tu siglo, siempre) le endilgara a las efemérides, parecen algunas más de

película que de broli: “La muerte le sienta bien” filmó Meryl Streep

Por estos días en los que nacieron la ciudad de Córdoba y la Patria y la Negra

Sosa, la muerte del ex presidente Fernando de la Rúa, hizo que en las redes se

anotaran otros decesos en fechas paradojales, oxímorons mortales.

El radical, en el día de la Independencia

Neustadt, en el del periodista

Sofovich, en el de la mujer

Pinochet, en el de los Derechos Humanos.

Y, como alguien dijo, yo tampoco festejo muertos pero si elijo a quien llorar.

Alguna canción filosófica al taco, aconsejaba: “es mejor reir que llorar”. A veces se

pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo. Y bajo el mismo título de esta

columna: “Murieron por encima de sus posibilidades”, y de la peli que rodaron una

cooperativa de vascos (sin subvención alguna) en el 2014 que formaron un equipo

de locos dispuesto a aplicar los recortes económicos en los cuerpos de quienes

los idearon, pero también hay una profunda mirada crítica, y nada complaciente, a

los impulsos revolucionarios-populistas que pretenden resolver todo a base de golpes en la mesa.

Literalmente: amenazan con recortar el cuerpo del mismísimo presidente del

Banco Central.

Nadie puede decir que los vascos no se toman a pecho las cosas, aún sin ETA.

Y “aunque la verdad paisano, me gusta el aire de aquí”, son muchos los que han

muerto por encima de sus posibilidades.