"Blas era una persona llena de cariño, feliz, muy compañero, con vínculos solidarios. Una excelente persona, de muchos valores. Tanto él como la familia y sus compañeros".

Con entereza, conteniendo emociones, Alicia Prados pide cerrar la nota con una semblanza de Valentino Blas Correas, el joven de 17 años que fuera asesinado por balas policiales luego que dos efectivos dispararan al auto en que se desplazaba junto a cuatro amigos.

Alicia es directora del colegio San José, a cuyas aulas asistía Blas. Una institución ya tradicional, a la que desde hace 24 horas recubre una gran niebla de dolor.

"Tenemos una sensación de injusticia. Nos preguntamos por qué chicos tan buenos, con tantos valores, tanta formación, compañerismo, solidaridad, valores... De familias presentes en la escuela, que construyen la escuela con nosotros. Nos quedamos con el recuerdo de un Blas feliz, responsable, amigo, cariñoso, afectuoso, al igual que sus compañeros", añade.

En diálogo con Canal 10 la docente afirma que toda la colectividad educativa ha estrechado contactos, dentro de la virtualidad a que obliga la pandemia.

"Es una situación nueva para la escuela. Vamos a tener que trabajar unidos, mancomunada, teniendo presente las distintas etapas emocionales que impactan a la comunidad, a docentes, compañeros y padres. Nuestra escuela tiene lazos fraternos de todos los niveles, por lo que el impacto ha llegado muy lejos", afirma.

"Blas, como su hermano egresado, estuvo con nosotros desde los cuatro años. Como comunidad lo hemos visto crecer. Todos tenemos que hacer un proceso de contención que será cuidadoso, respetando las emociones de todos, teniendo en cuenta los consejos de especialistas y cuidando el resguardo emocional de los compañeros", anticipa.