Por Laura Giubergia*

Desde finales del siglo XX, Argentina experimenta un fenómeno de envejecimiento demográfico: un incremento del porcentaje de las personas mayores y una diminución de la población joven. El descenso de la fecundidad junto al aumento de la expectativa de vida va modificando la estructura de la sociedad.

“Argentina y Córdoba están entre los lugares con mayor longevidad del mundo. Tiene que ver con la alimentación, bastante casera pese a la urbanización, y el recurso más poderoso de sobrevida que es la contención social. A diferencia de otros países tenemos una vida colectiva muy potente”, expone Carlos Presman.

El médico, que lleva años estudiando el envejecimiento de las personas, afirma que mientras que la esperanza de vida de las mujeres es de 80 años la de los varones alcanza los 73. El promedio de la esperanza de vida en Argentina es de 76 años y medio (2018). En el año 2000 era de 73,6; en 1990 de 71,6; y 69,5 en 1980 (Datosmacro.com). (link: https://datosmacro.expansion.com/demografia/esperanza-vida/argentina)

Sobre los modos de enfrentar ese envejecimiento, la investigadora Nancy Elizabeth Carpinetti afirma en el estudio “El proceso de Envejecimiento Demográfico en Argentina, por Provincias y con desagregación a nivel departamental” (2009) que las mujeres afrontan una mayor vulnerabilidad a edades avanzadas.

“La viudez femenina es preponderante, lo que limita las posibilidades de las mujeres de cubrir sus necesidades económicas, a lo que hay que asociar la menor participación femenina en la actividad laboral. Por otro lado, las mujeres que trabajan suelen percibir remuneraciones más bajas que los hombres, y en el caso de las asalariadas están obligadas a retirarse a edades más tempranas del mercado de trabajo, elementos que configuran su mayor vulnerabilidad a edades avanzadas”, detalla Carpinetti.

De acuerdo con el estudio, son la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y Córdoba las jurisdicciones con mayor índice de femineidad de la población de más de 65 años en el año 2010. Si se observa el mismo índice en la población de más de 80 años, se ubica en primer lugar CABA, seguido por Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires.

La tendencia general es al incremento del índice de población femenina en el país. Sin embargo, si se compara este valor en 2001 y 2010 hay cuatro provincias en las que se registró un descenso: Santiago del Estero, Rio Negro, La Rioja y San Luis.

¿Qué factores influyen en la longevidad?

Presman asegura que en la longevidad hay un 10 por ciento de factores genéticos, un 30 por ciento de factores de salud/enfermedad, y un 60 por ciento restante vinculado a los modos de vivir. La pobreza, la desigualdad  y la falta de sentido en la vida influyen negativamente en la posibilidad de vivir más años.

Es por ello que, además de cuidar el cuerpo y la mente, es preciso “cultivar pasiones” a lo largo de la vida para llenar de sentido y de razones los días durante la etapa adulta avanzada.

“A lo que le tenemos más temor ahora es al impacto económico de la pandemia: es un tema complejo, es seguro que de esto salimos mucho más pobres y más desiguales. Entre los adultos mayores lo vamos a evaluar dentro 5 o 6 años, tomando en cuenta también el exceso de mortalidad derivado del Covid”, afirma Presman.

Y para cerrar, refuerza: “El énfasis comunicacional tiene que estar en la vacunación”.