El duro comunicado emitido ayer por la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, en el que advierten sobre la situación que atraviesan los trabajadores de las UTI de todo el país, fue respaldado en la mañana de hoy por la Sociedad de Terapia Intensiva de Córdoba, entidad que también aglutina a profesionales del sector.

No obstante, el titular de la entidad mediterránea destacó que en esta provincia no se verifica una instancia crítica como la que se vive en otras localidades.

"La situación que menciona el SATI hoy no la está atravesando Córdoba. Estamos en una situación donde todavía no estamos en crisis. Si en este momento necesitáramos camas críticas, realmente tenemos disponible tanto en el sector público como privado", precisó Andrés Peñaloza, en diálogo con Canal 10.

Sin embargo, el terapista aclaró que la provincia no vive precisamente "una luna de miel". La carencia de recursos humanos, acaso la principal denuncia de la entidad nacional, aparece como la principal causa de preocupación.

"Hay algunas situaciones que ponen casi en jaque al accionar diario. Se puede proyectar la multiplicación de camas pero no la multiplicación de terapistas. Yo puedo multiplicar los recursos físicos, pero el recurso humano, médico, kinesiología y enfermería, son áreas que no se pueden multiplicar fácilmente", señaló.

La especificidad de la tarea no permite suplantaciones, más allá de alguna situación de emergencia.

"Terapia intensiva es una especialidad que requiere de tres a cuatro años de entrenamiento. Pensar que en tres o cuatro meses uno forma especialistas es algo soñado. Hay especialidades afines que tienen estructuras modulares en común con nosotros, que eventualmente pueden desarrollar algunas actividades paralelas, pero acompañados por nosotros. Hay que supervisarlos", explicó. 

En ese marco el profesional subrayó que las carencias del sector son ya de larga data.

"La falta de terapistas es previa al COVID. Ahora sólo ha quedado expuesta. Sumado a todo esto tenemos colegas contagiados y colegas en cuarentena. Si contamos esas bajas nos quedamos sin personal prácticamente", amplió.

"No hay muchos terapistas porque nuestro trabajo implica una metodología bastante esclavizante, de altísima exposición y baja remuneración. Sobre todo comparado con otras especialidades médicas, que requieren muchas menos horas de trabajo para lograr un buen ingreso. Eso nos obliga a tener un multiempleo. Estamos atados a guardias de 24 horas. Los terapistas tienen que hacer tres o cuatro guardias semanales", profundizó.

Por otra parte, Peñaloza adhirió a los pedidos de responsabilidad y concientización que sus colegas hacen a la sociedad. 

"No creo que haya que sembrar el miedo como se hizo en algún momento. Hay que apelar a la educación y la conciencia. El virus está entre nosotros, existe, es real, hay gente que muere por esto. Utilicemos los elementos que funcionan: distanciamiento social, usar el tapabocas, evitar aglomeraciones, usar alcohol en gel, higiene de manos. Esas medidas disminuyen la probabilidad de contagio al 1.5 por ciento. La sociedad debiera tomar conciencia y llevar a cabo estas medidas", concluyó.