La "responsabilidad social" es uno de los factores claves en los pedidos de las autoridades en Córdoba.

En ese camino fue parte del discurso del ministro de Salud provincial, Diego Cardozo, quien llegó a plantear que "no esperemos a tener que apilar muertos para cumplir normas y recomendaciones".

El funcionario advirtió que "agosto será más duro", y adujo que "en los próximos 45 días es donde más cuidado debemos tener". Y agregó: "Hace falta el mayor compromiso social, no salir sino es necesario y no hacer reuniones sociales".

Sobre la situación actual, adujo que "no podemos esperar a que nuestros hospitales se llenen, que tengamos que elegir a quién darle o no un respirador" porque "si la transmisibilidad empieza a superar la capacidad del sistema sanitario", llegará el momento en el que habrá "una circulación que se hará imposible de contener".

A la hora de los argumentos, refirió que "a la misma hora que hacíamos el traslado de pacientes" desde la Clínica Sucre al Hospital San Roque, "hacían una fiesta en Villa Warcalde".

Tajante, concluyó: "Esto no es un resfriado común y corriente. A mucha gente le puede costar la vida".