Hoy es 29 de febrero. Una fecha que no ocurre todos los años sino cada cuatro años. ¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué existen los años bisiestos?

La explicación de los años bisiestos y el 29 de febrero tiene relación con la Iglesia Católica, la astronomía, las matemáticas y la historia de cómo la humanidad calcula el tiempo.

¿Qué es un año bisiesto?

Un año bisiesto es un año que cuenta con 366 días en lugar de los “años normales” de 365.

En la actualidad, gran parte de la humanidad mide los días con el calendario gregoriano, impuesto por el papa Gregorio XIII a partir del siglo XVI y estandarizado a nivel global en los siglos siguientes.

Este calendario cuenta normalmente con 365 días repartidos en 12 meses. Sin embargo, la traslación terrestre no dura exactamente 365 días: dura 365 días, 5 horas, 48 minutos, 45.10 segundos.

Para corregir este “redondeo”, se definió que cada cuatro años se implementara un día extra para ajustar esas 5 horas, 48 minutos, 45.10 segundos no computadas cada años. 

Sin embargo, estos tiempos siguen generando una diferencia ya que 5 horas, 48 minutos, 45.10 segundos por 4 años son 23 horas y 15 minutos aproximadamente. 

De esta manera, hay 45 minutos que quedan adelantados cada 4 años. Esto se ajusta con la siguiente regla: los años seculares (terminados en 00) son bisiestos solo si son divisibles por 400. Es decir, el año 2000 fue bisiesto. Pero el 2100, 2200 y 2300 no serán bisiestos. El año 2400 si lo será.