El Lago San Roque se encuentra sin sus habituales algas en el comienzo de la temporada invernal.

Pero, según publicó el Diario de Carlos Paz, lejos está de convertirse en una realidad permanente o del saneamiento del espejo de agua.

La Dirección de Ambiente Municipalidad explicó al medio local que se debe a una combinación de factores estacionales.

La baja temperatura del agua es una de las causas que dificulta la floración de las cianobacterias. A lo que se agrega la falta de lluvias que evita el aumento del cauda el los ríos que alimentan el lago y le aportan materia orgánica o basura.

Otro factor importante es la cuaretena debido al coronavirus que baja la densidad poblacional y hace que sea menor el volumen de aguas servidas que llegan al San Roque.