“Sería interesante discutir en el Congreso el sistema tributario”
Florencia Gutiérrez, economista y analista del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), consideró que no hay que analizar “la presión impositiva con una connotación negativa”, sino como una herramienta para “pensar cómo se acumula y cómo se distribuye en un país”. Por Cecilia Pozzobon
La definición de que el Presupuesto 2022 refleja una política fiscal progresiva -según reza en el Informe de Avance del Presupuesto 2022 que la Oficina Nacional de Presupuesto dependiente del Ministerio de Economía de la Nación envió al Congreso- abre el debate sobre las características del actual sistema tributario argentino.
Florencia Gutiérrez, economista y analista del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), consideró que no hay que ver a “la presión impositiva con una connotación negativa''.
“Pensar la presión impositiva es pensar cómo se acumula y cómo se distribuye en un país. Yo creo que lo que se empezó a hacer el año pasado y debe continuar este año es pensar una estructura impositiva argentina que tienda hacia la progresividad y creo que el presupuesto va a estar en línea con lo que hizo y viene haciendo el Gobierno nacional”, dijo la economista al hacer referencia a las medidas tomadas por la gestión de Alberto Fernández para elevar el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias y a la segmentación de la alícuota de Ganancias a las sociedades a fin de que las pequeñas y medianas empresas puedan tener un alivio y las más grandes paguen más. También mencionó las medidas dispuestas en relación al Monotributo.
“Me parece que hacia allí se apunta cuando hablamos de presión impositiva progresiva, a que aporten más al fisco quienes tienen mayor poder de contribución, quienes tienen mayor recaudación”, agregó.
En ese sentido, y consultada respecto de la posibilidad de que no sea por única vez el Aporte Extraordinario dispuestos a partir de la ley 27.605 y que estableció una tasa del 2% a los patrimonios de las personas físicas que hayan declarado en el impuesto a las Bienes Personales más de 200 millones de pesos, indicó: “Creo que fue correcto en su momento cuando se aplicó. También creo que debería ser permanente, pero siempre en el marco de discutir una reforma tributaria en Argentina. Hay que discutir los tributos, cómo se van a recaudar, quienes van a aportar y cómo se van a distribuir”.
“Creo que es una medida interesante que no se está discutiendo sólo en Argentina sino en todo el mundo. El Fondo Monetario Internacional (FMI), la Cepal, el Banco Mundial e incluso el propio Estados Unidos están alentando a que las mayores riquezas aporten más al fisco. Creo que sería un debate interesante para dar en el marco del Congreso, donde deben darse los debates impositivos. Pero por lo pronto entiendo que fue por única vez debido a la pandemia, no sé si seguirá hacia adelante”, completó.
Finalmente, se le consultó sobre las cargas patronales, impuestos al trabajo que los empresarios consideran uno de los impedimentos para generar empleo formal y genuino (otro elemento en el que -según se menciona en el Informe de Avance del Presupuesto 2022- hará foco el nuevo Presupuesto), a lo que Gutiérrez respondió: “Los períodos en los que se generó mayor cantidad de puestos de trabajo y empleo registrado, fueron los períodos en los que la política económica hizo foco en proyectos de industrialización del país que contuvieron a las pymes, que son las principales generadoras de trabajo en Argentina; cuando hubo políticas de tarifas razonables; créditos a tasas accesibles para que se pueda invertir en capital de trabajo; políticas que defendieron las importaciones para la industria nacional y, sobre todo, hicieron foco en un mercado interno que sea pujante, que genere demanda para la oferta que es la que genera los puestos de trabajo”.
Y agregó: “Con ese marco se van a generar puestos de trabajo de calidad y no tanto bajando impuestos. Hay cierta creencia colectiva de que bajando los impuestos, esa mayor rentabilidad o beneficio de las empresas se traslada a mayor inversión o a la generación de mayor empleo. Y lo que sucede habitualmente es que esos mayores beneficios se trasladan a activos financieros, o al dólar, o a la fuga de capitales, o terminan siendo pasamanos entre empresas. La experiencia más reciente lo demuestra. Durante la gestión del expresidente Mauricio Macri, Bienes Personales pasó del 1,2 al 0,6% y sin embargo no hubo mayor inversión, ni mayor empleo”, concluyó.
* Esta nota originalmente fue publicada en Redacción Mayo