Mucha agua corrió desde aquellos primeros protocolos, donde la medición de la temperatura y el alcohol en gel cumplían funciones centrales ante el desconocimiento de un nuevo y fatal virus, hasta la actualidad.

Un año después, el contagio de Covid-19 por aerosoles cumple un rol central, y la necesidad de usar medidores de dióxido de carbono (CO2) ya no es secundario. Como muchas veces, el aire es relevante en medio de la pandemia ecuménica actual.

Las recomendaciones actuales de especialistas, en la actualidad, no dejan de lado la necesidad de renovar el aire en cualquier centro cerrado de reunión. El aire libre suena a ideal.

En ese sentido, el ministerio Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación tiene en marcha la campaña "Ventilar" , donde por caso se dispuso on line un listado de empresas y emprendedores "que desarrollaron prototipos de medidores de CO2 y / o avanzaron en la etapa de escalado comercial del producto ".

Córdoba, en ese sentido, aún no cuenta con ningún proyecto del producto, central para determinar la posibilidad de contagio en lugares sin ventilación, y la necesidad de renovar el aire.

La idea de la cartera es "concientizar sobre la importancia de la ventilación de los ambientes para evitar la propagación del COVID-19 por aerosoles y difundir el potencial uso de medidores de dióxido de carbono (CO2) como instrumento de apoyo para evaluar la correcta ventilación en espacios cerrados ".

En una jornada virtual organizada por el organismo oficial , la investigadora adjunta del CONICET en el CIMA-FCEyN-UBA, Andrea Pineda Rojas, sentenció: "Al inicio de la pandemia se creía que el contagio por superficies o fómites (contacto) y por gotas (impacto) eran las más importantes, pero hoy sabemos que la principal forma de contagio es por aerosoles. Podemos contagiarnos ya sea respirando una alta concentración de aerosoles infectivos en poco tiempo (contagio en proximidad) o una baja concentración durante mucho tiempo de exposición ( contagio a distancia) ".

Hoy se sabe que desinfectar superficies frecuentemente, poner barreras tipo plexiglass, de acrílico, o colocar productos químicos no son medidas útiles. El contagio por contacto con superficies es posible, pero ningún estudio logró determinar que sea así que se produzcan las infecciones.

A modo de comparación, adujo que "los aerosoles se mueven como el humo del cigarrillo".

Por eso considera que "ventilar es una medida muy efectiva porque evita que se acumulen aerosoles en el aire y reducir el riesgo de tener un evento de súper contagio, que ocurre cuando una persona contagia a muchas otras, incluso estando a más de dos metros de distancia ”.