Un movimiento telúrico de 2.6 grados sacudió la madrugada del lunes en la zona oeste de la provincia de Córdoba.

El hecho ocurrió cerca de la Central nuclear Embalse y volvió a despertar un viejo debate sobre la actividad sísmica y los peligros que conlleva tener una central nuclear en la región.

El geólogo de la UNRC Guillermo Sagripanti señaló a el Puntal que la Central fue construída para soportar hasta 6 grados. Sin embargo, el científico sostiene que en el pasado hubo sismos más fuertes.

“En ningún país del mundo ponen una central nuclear en una zona turística, tampoco que sea próxima a una falla de la que no se conocía el potencial sismogénico en el momento de la construcción, y que esté ubicada en el centro de un país; en casi todos los demás lugares se ponen sobre los límites", agregó.

A fines de 2015, la Central finalizó su ciclo operativo y atravesó un proyecto de extensión de vida. El 4 de enero de 2019 inició un segundo ciclo operativo por 30 años más.