Una situación desagradable se vivió en el aeropuerto entre este miércoles y jueves debido a a que varios vuelos se cancelaron por las condiciones climáticas. Esto llevó a cuestionar el equipamiento que posee el Aeropuerto de Córdoba.

"El Aeropuerto de Córdoba fue re equipado hace muy poco con un ILS clase 3 que le permitiría operaciones más restrictivas que el que tenía antes, que es un clase 1", explicó el piloto Ricado Salazar. El ILS es un instrumento que funciona como guía para el piloto: lo lleva al eje de la pista y le marca la senda que le permite aterrizar. Este equipamiento depende, de todas maneras, de los mínimos metereológicos.

En el aeropuerto hay un centro de control con una estación metereológica y desde allí se definen las posibilidades de aterrizaje y despegue de los vuelos. En ciertas instancias, el aeropuerto declara una situación "bajo mínimo", que recomienda no aterrizar salvo en una situación de emergencia, y queda en manos del piloto tomar la decisión. "Si fuera necesario, el piloto podría intentar el aterrizaje; pero si no hubiera una emergencia se va a enfrentar a una sanción".

Es por esto que varios vuelos pasajeros estuvieron varados entre ayer y hoy en el Ambrosio Taravella.