Algo pasó en la localidad de Los Cedros en los últimos días, después de que se confirmara que toda una familia ampliada, de 8 personas, se había contagiado de coronavirus.

Son los suegros de Jonathan, el empleado del supermercado de la zona portador del virus, además de su pareja, su cuñada y el esposo, e incluidos dos niños: su hijo de 6 años y su sobrino, de 4. Todos habitan en el mismo lugar y en su mayoría permanecen allí haciendo el tratamiento domiciliario.

Entrevista a Jonathan, empleado del supermercado - AM 850

Pero los condicionantes son aún mayores, ya que la suegra del joven tiene hipertensión, diabetes, es insulino-dependiente, y sufre de un problema renal. Lo que se dice, el contagio de un verdadero grupo de riesgo.

Según el relato de Víctor, el suegro del joven, “ella tuvo tos pero ya se le fue”, aunque mostró preocupación el lunes por la falta de asistencia: “No cenamos el domingo ni desayunamos el lunes, porque no nos trajeron nada, y nos dijeron que nos quedemos en casa”.

La cuarentena “nos arruinó”, aduce, debido a una situación irregular de empleo y la imposibilidad de concurrir a ofrecer productos a la feria de Villa El Libertador.

Víctor confesó, a su vez, que “lo tenía que llevar a trabajar a Jonathan porque no había colectivos interurbanos ni urbanos, y después lo iba a buscar”. A propósito de las actividades esenciales, y el paro por falta de pago de empresas en los servicios públicos de transporte.

Si les restaba alguna otra tensión, fue la amenaza de vecinos: “Nos dijeron que nos iban a quemar la casa. Se imaginan, es lo único que tengo”.

Más allá de que las autoridades dieron a conocer que brindaron asistencia alimentaria y otros elementos, cuestionó la falta de incertidumbre posterior a la confirmación de que son positivos. “No vino ni el Jefe Comunal”, indicó.

Por la edad, Víctor, abuelo también de un bebé de cuatro meses y con su otra hija cursando un embarazo, es grupo de riesgo.

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