Desde la organización social Barrios de Pie advierten la necesidad de que el Estado en todos sus niveles ponga el foco en la asistencia alimentaria en barrios carenciados, cuyas familias están fuertemente afectadas por la crisis económica.

Aunque no existe confirmación oficial, la provincia reforzaría el presupuesto destinado a asistencia social dado el aumento de la pobreza.

Silvia Quevedo, una de las organizadoras del movimiento, aseguró que aún no ha tenido contacto desde el ministerio de Desarrollo Social de la provincia y manifestó su preocupación por el aumento en la demanda de gente que necesita ayuda alimentaria.

"Desde principio de año hasta ahora, la realidad nos ha desbordado a todos. Lo venimos anticipando. Estamos muy preocupados. Donde teníamos sólo copa de leche, tuvimos que poner ollas populares. Donde no teníamos, teníamos que inventar, porque son familias que antes podían llegar a fin de mes y hoy no están pudiendo llegar a nada", afirmó la dirigente social.

Y relató que hay familias numerosas, con muchos niños, que golpean la puerta de centros comunitarios, parroquias y clubes deportivos a diario porque la ayuda no alcanza. "El hambre vuelve a golpear las puertas de nuestros lugares. En diciembre de 2018 terminamos el año con 25 centros comunitarios y comenzamos este año con casi 50 en las localidades de Alta Gracia, Cosquín, Río Cuarto y Unquillo", indicó.

Según el informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, el 51,7 por ciento de los chicos argentinos (unos seis millones de niños) son pobres. De ellos, 1.576.455 sufren hambre.

Y, como aún no aumenta la ayuda oficial, Quevedo dice que enfrentan el crecimiento de la demanda "con mucho amor, mucha esperanza, ayuda de comerciantes, de gente solidaria, haciendo empanadas, bingos, ferias. Todo se hace solidariamente entre los vecinos y las vecinas para seguir sosteniendo esto", expresó.