Son más de 370 reunidos en tres grandes grupos, aunque estiman que hay decenas dispersos en otra parte del país.

Separados por cientos de kilómetros, cada uno de esos grupos comparte un adjetivo para identificarse como un colectivo: varados. Más importante aún, atraviesan una misma situación de inquietud y desamparo que se acrecienta con el paso de los días.

Todos son argentinos y aguardan su repatriación desde Perú, en medio de una pandemia que ha desdibujado cualquier previsión.

A todos, aseguran, les tocó afrontar un sorpresivo cierre de fronteras dispuesto por el gobierno de Perú a comienzos de marzo. La medida fue complementada con la prohibición de circular por vías terrestres.

Desde entonces, hace ya un mes, renuevan pedidos y reclamos a las autoridades argentinas para asegurarse el anhelado retorno a casa.

Norte

El grupo más numeroso se encuentra al norte del país. Se trata de turistas que acudieron a las playas ubicadas sobre el Pacífico, a pocos kilómetros del límite con Ecuador.

Los 1200 kilómetros que los separan de Lima, capital peruana, y la ausencia de un aeropuerto próximo, complican cualquier posibilidad de conexión. Sobre todo ante las restricciones para tránsito terrestre.

Aunque han tenido contacto con la Embajada argentina y con diplomáticos, sienten que han sido perjudicados por distintas razones.

"Hace 22 días fuimos ingresados a un listado para la repatriación, publicado por la embajada argentina en Perú. Horas después ese listado se bajó del sistema y nos informaron que decidieron darle prioridad a Ecuador (Guayaquil) ya que es una zona que está en emergencia sanitaria. ¿Y nosotros? Algunos que estamos muy cerca de Guayaquil, ¿no estamos en emergencia?", indica un comunicado difundido a medios y por redes sociales.

En dicho texto aseguran que se sienten "secuestrados" por el estado peruano desde hace más de 20 días. "Hay gente que no tiene agua, comida, medicación o donde poder dormir", aseveran.

"Agradecemos todas las gestiones que pudieron realizar hasta el momento, pero ayer soñamos estar cerca de casa y hoy volvemos a despertar en la pesadilla de este de secuestro interminable. Podrían evaluar opciones de repatriación con aerolíneas como han hecho en otras situaciones, poniendo al servicio de los varados los aviones de máxima capacidad propiedad del gobierno argentino", sugieren finalmente.

Cusco

En la ciudad andina hay aún 147 argentinos que esperan un operativo que los deposite en algún avión dispuesto por el Gobierno.

Son casi la mitad del total del grupo que hiciera público sus reclamos semanas atrás. La otra mitad puedo abordar vuelos dispuestos por el gobierno nacional y regresar a sus hogares.

Casi todos los varados se encuentran al límite de sus posibilidades económicas y con un sentimiento de desánimo que se ha expandido en los últimos días. Sobreviven, afirman, gracias a la hospitalidad de propietarios de alojamientos, particularmente hosteles. Saben, sin embargo, que en pocos días la situación se puede complicar: muchos de quienes los acogen les han dicho que en los próximos días cerrarán sus puertas por cuestiones económicas.

En una carta difundida este miércoles afirman encontrarse en una situación de desamparo y desinformación "por no haber recibido respuesta de las autoridades anteriormente".

"Nuestra situación es crítica, forzados a permanecer durante un plazo indeterminado en un territorio donde no contamos con acceso a la salud, con muchas de nuestras pólizas de seguro se encuentran vencidas, exponiéndonos así de sobremanera a los efectos de esta pandemia, ya que estamos en una zona donde la temperatura por las noches baja a los 6 grados y muchos de nosotros ya no contamos con un techo asegurado, ni un plato de comida y menos aún nuestras medicinas para la cobertura de enfermedades preexistentes", afirma el texto.

"Nuestros representantes siguen sin darnos una respuesta, realizando un abandono absoluto de sus ciudadanos y desprotegiendo nuestros derechos. Pero los afectados no aceptamos por parte del Estado argentino aquellas respuestas que buscan evadir su responsabilidad alegando insuficiencia de recursos de rescate, así como también las de carácter económico, o aquellas que se amparan en impedimentos impuestos por el estado hermano, ya que ya se ha permitido mediante figuras jurídicas pertinentes el paso mediante los salvoconductos correspondientes", prosigue.

El reclamo plantea la necesidad de "un solo vuelo necesario" para los afectados.

"El ministro de Relaciones Exteriores nos informó que el país cuenta con cuatro Hércules a disposición para el rescate de repatriación. Pero no se pueden usar todos al mismo tiempo porque si uno de ellos se infecta no puede continuar con el trabajo. Nosotros pedimos saber dónde están esos aviones, para poder planificar y saber cuándo volar. Es una gestión más" explicó a Crónica del Mediodía Mercedes Actis, una de las voceras del grupo.

Amazonas

En la ciudad de Iquitos, en la Amazonia peruana y a la vera del río más importante de Sudamérica, la pandemia sorprendió a un grupo de jóvenes realizadores audiovisuales.

Son los integrantes de la cooperativa de trabajo Tándem Audiovisual, quienes se encontraban filmando una producción de tipo documental.

"Entendemos que somos muy pocos/as y que se da prioridad a zonas en donde el número de varados/as es mayor. Pero nosotros/as estamos expuestos/as no solo a la pandemia del COVID-19, sino también a enfermedades como la malaria y el dengue, y si algo nos sucede no tenemos acceso a cobertura médica de ningún tipo", expresaron el pasado lunes.

"En este país no somos prioridad tal como nos han dejado en claro las fuerzas armadas peruanas por el solo hecho de ser extranjeros. No tenemos respuestas claras desde nuestra embajada, tampoco estamos pudiendo acceder al apoyo económico desde la cancillería argentina. Nos hemos contactado con muchísimos funcionarios en Perú y Argentina y está siendo imposible la gestión para salir de la isla", advirtieron.

En comunicación con Crónica del Mediodía manifestaron que las necesidades económicas ya les han consumido incluso ganancias que obtendrían por su trabajo.

Cordobeses varados en Iquitos, Perú