En lo que va del año ya se cerraron 2.300 bares y restaurantes de toda la Argentina lo que, de acuerdo a las estimaciones del Sindicato de Gastonómicos, hizo que unos 150.000 trabajadores del sector quedaran desempleados por perder la fuente laboral.

De acuerdo al mismo informe, el deterioro en la actividad se aceleró en el último tiempo ya que la mayoría de los locales cerraron durante los últimos cuatro meses.

"El 2019 ha sido un año nefasto para nosotros, no fue un año más. Nos puso a prueba a todos los actores de la actividad económica en general y a los empresarios gastronómicos en particular. El aumento incesante de los costos de mercaderías, de los servicios públicos y la inflación por encima del 50% son un combo que hace perder las expectativas de rentabilidad y nos tenemos que conformar con poder mantener los puestos de trabajo", indicó Carlos Yanelli, presidente de la Cámara de Restaurantes de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés.