La investigación científica está atravesada por desigualdades de género. 

Puede parecer contradictorio porque las científicas son mayoría en la Argentina. Representan un 53,8 % del total y el 60 % becarias en las universidades y el Conicet. En la Universidad Nacional de Córdoba hay más mujeres en las aulas y en los equipos de investigación. Estos son datos alentadores en el contexto internacional, ya que según la Unesco sólo el 28 % de la investigación mundial es desarrollada por mujeres.

Sin embargo, las mujeres tienen más dificultades para acceder a puestos de dirección y al financiamiento de sus  proyectos. También es desigual el reconocimiento salarial, según un informe de la revista www.eltajo.com.ar 

Entre los principales obstáculos para garantizar la equidad aparecen el reparto desigual de las tareas de cuidado, en especial la crianza. También los estereotipos en torno a las profesiones. 

Esta pandemia puso en relieve el papel clave de las mujeres en la medicina y la ciencia. 

Por otro lado, existen discriminaciones naturalizadas: los estereotipos en torno a las profesiones y una concepción androcéntrica de la ciencia condicionan la elección de las carreras universitarias y definen intereses de conocimiento en el inicio de la vida académica.