Ante un inminente paro de colectivos de larga distancia durante este fin de semana, el Ministerio de Transporte dictó la conciliación obligatoria por siete días y desactivó la medida de fuerza.

El conflicto es por reclamos salariales que mantiene la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y las empresas de la actividad cuyos representantes deberán verse la cara el 21 de abril.

El conflicto involucra a la UTA, que lidera Roberto Fernández, a la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (Aaeta) y a las Cámaras Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP), Argentina de Transporte de Pasajeros (Catap) y Empresaria de Larga Distancia.

El gremio había dispuesto un paro de 48 horas desde la cero hora del sábado en demanda del inmediato pago de salarios y viáticos y la convocatoria a negociaciones paritarias.

Fernández había denunciado hoy "el fracaso de las negociaciones con las cámaras" y convocó a la huelga nacional "en defensa de los intereses de los trabajadores".

Sindicalistas y empresarios mantuvieron ayer un encuentro virtual con funcionarios de Trabajo, pero Fernández aclaró que "las cámaras no hicieron una sola oferta".

También había denunciado que son varias las empresas que adeudan salarios y viáticos y, este viernes ratificó su exigencia de convocatoria a una mesa de negociación paritaria para este año para los choferes de larga distancia, también para discutir condiciones laborales.

Fuente: Télam