A sabiendas de que “el Estado está invirtiendo mucho dinero” en el contexto del aislamiento obligatorio para disminuir la circulación del coronavirus, la provincia de Córdoba dispuso endurecer el “protocolo de recepción y aislamiento de cordobeses repatriados”.

La norma apunta a quienes retornen a la provincia, por vía aérea o terrestre, desde el exterior, a sabiendas de que hay “entre 5 y 10 mil” coterráneos aún queriendo regresar al país.

Alejandro Gauto, secretario de Gestión Administrativa del Ministerio de Salud de Córdoba, explicó que quienes no presenten síntomas asociados a la pandemia, se les impondrá un “aislamiento domiciliario supervisado y obligatorio”, por lo cual “una persona responsable deberá llevarle víveres y los elementos que necesita”. Su cuarentena será “absoluta”, y “no puede ni salir a comprar”.

En diálogo con radio Universidad, fue tajante al afirmar que habrá un “seguimiento sanitario”, merced a convenios con servicios de emergencia y de internación domiciliaria, ofreciendo inclusive servicio de “telemedicina”, pero también todas las personas que ingresen a la ciudad de Córdoba estarán “geolocalizadas”.

Gaudo expicó: “En sus rondas habituales, personal de la Policía de Córdoba realizará el control para certificar el aislamiento absoluto. Y en caso de incumplimiento, la multa prevista, además de la denuncia penal, es de 200.000 pesos”.

Con la certeza de que “el Estado te garantiza todo”, la premisa es que quienes vengan del extranjero permanezcan en el aislamiento dispuesto por el gobierno nacional.

El funcionario también dijo que hay hoteles dispuestos en toda la provincia para quienes “no puedan cumplir con estos requisitos”.

Puntualmente, “si alguien que volvió a Córdoba vive en un lugar chico o con persona de riesgo, y no puede aislarse sin riesgo de contagio”, deberá concurrir al lugar dispuesto, con el traslado oficial.

“Quien no tiene quién lo asista, será trasladado a estos centros de alojamiento extra-hospitalario. Así se garantiza que pueda cumplir con todos los requisitos y, si necesitan algo, no tienen más que llamar al Estado. Agradecemos la predisposición de las cadenas hoteleras”, concluyó.