El jueves pasado cerca de las 19 horas, un Buquebus arribó a Buenos Aires desde Uruguay. Sin embargo, autoridades de Sanidad pusieron en cuarentena a los 400 pasajeros. La razón: un joven de 21 años que regresó de Europa a través de Uruguay le avisó al capitán del navío que le acababan de notificar que le dio positivo un test rápido de COVID-19.

El joven fue imputado por haber violado el artículo 202 del Código Penal argentino.

Lula es hermana de Nicolás, uno de los 400 pasajeros que tuvieron que quedar bajo cuarentena. Ella declaró a cba24n.com.ar: "el Buquebus llegó a las 7 de la tarde. Los retuvieron ahí sin ninguna información. Se empezaba a correr el rumor que había un pasajero con coronavirus".

Tras ese momento de incertidumbre, los pasajeros fueron puestos en cuatro filas. "Solo en una de las filas había un médico que tomaba la temperatura y les decía que sí había un chico con coronavirus", relató.

Todo el procedimiento se extendió hasta las 5 de la madrugada del día viernes. El pasaje fue trasladado a dos hoteles. Nicolás está alojado en el hotel Panamericano. Su hermana declaró: "la única información que tenían era de los familiares que estábamos afuera y viendo las noticias".

En el hotel, los pasajeros se quejaron por no contar con alimentos ni asistencia médica. "Ellos tenían que bajar para que les den alguna información y alimentos", relató.