Las grandes ciudades de Brasil comenzaron a administrar una  tercera dosis de la vacuna contra el Covid 19. Las primeras en hacerlo fueron Salvador de Bahía y Sao Luis, en el noreste, les siguieron Río de Janeiro, donde se inició la última ola en el país vecino, y la súper poblada Sao Paulo comenzará a aplicar el refuerzo el lunes próximo. Lo paradójico es que la mayoría de los habitantes del gigante latinoamericano  aún no han recibido la segunda dosis, lo que genera gran preocupación por la circulación de la variante Delta. 

Según una encuesta de Datafolha, 9 de cada 10 brasileños se han vacunado  o tienen previsto hacerlo, pero la mayoría de los que han sido inoculados sólo recibieron la primera dosis. 

Lo que más preocupa, es la falta de segundas dosis ante la circulación de la contagiosa variante Delta. Foto: CNN en Español
Lo que más preocupa, es la falta de segundas dosis ante la circulación de la contagiosa variante Delta. Foto: CNN en Español

En Brasil, los contagios y las muertes por coronavirus  llevan dos meses a la baja, con 621 fallecimientos confirmados en siete días hasta el 2 de septiembre, muy lejos del récord de más de 3.000 decesos en una semana alcanzados en abril. Los brasileños de más edad han expresado su preocupación por la eficacia de la vacuna china Sinovac contra la variante Delta, lo que llevó a las autoridades a ofrecer la tercera dosis.

Algunos expertos indicaron que el gobierno debería ralentizar la distribución de las nuevas dosis y centrarse en administrar las segundas, ya que está circulando la variante  más contagiosa identificada hasta el momento, y muchos estudios sostienen que una única inyección no ofrece protección. Dos brindan una protección fuerte, y casi todas las hospitalizaciones y decesos se dan entre no vacunados.

Ethel Maciel, epidemióloga y profesora en la Universidad Federal Espirito Santo, señaló que impulsar el refuerzo en una fase tan pronto recuerda a la falta de preocupación con la que se abordó la variante gamma que arrasó la ciudad amazónica de Manaos a principio de año, que luego derivó en una nueva ola en toda la nación. Desde el inicio de la pandemia, Brasil ha registrado más de 580.000 muertes por coronavirus , el octavo país con peor dato per cápita en el mundo.

“Parece que estamos en la misma película, repitiendo los mismos errores”, afirmó Maciel. “Es solo cuestión de tiempo que lo que está ocurriendo en Río derive en un mayor número de casos graves en el resto del país”.

La variante delta es ya la dominante en el estado de Río de Janeiro, detectada en el 86% de las muestras de pacientes con COVID-19, según el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Las unidades de cuidados intensivos están llenas en ocho municipalidades, aunque hasta ahora la mortalidad ha subido muy poco.

Los especialistas consideran que primero hay que garantizar un esquema vacunatorio con la segunda dosis para evitar que la variante delta siga causando víctimas. Foto AP
Los especialistas consideran que primero hay que garantizar un esquema vacunatorio con la segunda dosis para evitar que la variante delta siga causando víctimas. Foto AP

El ministro de Salud del país, Marcelo Queiroga, anunciado el 25 de agosto que los mayores de 70 años y aquellos con un sistema inmunológico débil podrán pedir una tercera dosis a partir del 15 de septiembre, preferiblemente de la desarrollada por Pfizer y BioNTech.

Carla Domingues, excoordinadora del programa nacional de inmunización de Brasil, dijo que  “Ciertamente habrá problemas de escasez, porque no habrá vacunas suficientes”.

Francia, Israel, China y Chile son algunas de las naciones que ponen dosis de refuerzo  a los ancianos, pero tienen una tasa de vacunación completa más alta que el 30% que reciben las dos inyecciones iniciales en Brasil.

Fuente: The Associated Press ( Mauricio Savarese y Débora Álvares  David Biller y Diane Jeantet en Río de Janeiro, y reporteros en todo el mundo contribuyeron a este despacho)