Este fin de semana se repite un número que ya se había dado en Córdoba con anterioridad: la ocupación de camas críticas públicas y privadas de adultos con Covid-19, que este sábado se ubicó en 81,6 por ciento, de acuerdo con las estadísticas oficiales del gobierno provincial.

La perspectiva es similar a la que se dio el fin de semana pasado. El sábado 10 de octubre se registraba una ocupación de camas del 79,2 por ciento, mientras que el domingo 11 ascendió a 80,5 por ciento.

De esta manera, se rompe con la (muy leve) tendencia a la baja que registraba el índice desde el pasado fin de semana, ya que el miércoles 14 se observaban números en torno al 76 por ciento. Luego de registrarse el pico de ocupación el domingo 11 de octubre, vuelve a marcarse una máxima este sábado, dándose así una semana de amesetamiento aunque con un alto porcentaje de camas ocupadas.

La ocupación de camas críticas, la tasa de infección (RO) y el tiempo de duplicación de casos son los números que observa el gobierno provincial para definir políticas de restricción o apertura, según sea el caso. 

Tiempo atrás, las autoridades provinciales manifestaban que un 60 por ciento de camas críticas ocupadas sería el número de referencia para restringir actividades. Superada largamente esa cifra, el sábado 10 de octubre se anunció que desde el 12 y hasta el 26 de octubre se restringe la circulación de 20 a 6 horas, y la suspensión de una serie de actividades como bares, restaurantes, gimnasios y cultos, entre otras.

Por ello resulta contradictoria la habilitación de reuniones de hasta 30 personas únicamente a la Iglesia Católica de Córdoba, que en su momento se declaró en rebeldía y afirmó que realizaría encuentros litúrgicos. La posterior habilitación por parte del gobierno causó malestar entre los gastronómicos, que se lamentaron por no tener "la misma suerte que la Iglesia".

Hasta el momento y por las características de la infección con Covid-19, que cuando requiere internación un paciente llega a ocupar una cama por dos semanas en promedio, las restricciones han tenido un bajo impacto en la ocupación de camas críticas. Habrá que esperar al 26 de octubre para evaluar si finalmente las medidas restrictivas tendrán un balance positivo para los números sanitarios.