Este jueves se conoció que Gastón Piva, de 74 años, falleció en el Sanatorio el Salvador tras estar dos días sin conseguir una cama respirador.

Desde la Clínica explicaron que en realidad sí se le había asignado una cama pero que en ese momento ingresó al lugar un caso más urgente.

En diálogo con Canal 10, Andrés Peñaloza, trabajador del lugar, indicó que el caso de Piva no es el primero que ocurre ni en ese ni en otros hospicios. Al ingresar un caso de urgencia, debió priorizarse por el de este hombre que era considerado "de emergencia".

"Cuando se le asigna la cama con respirador [a Piva], ingresa un paciente con una situación más grave. Frente a eso, lógicamente la cama se ocupó", precisó Peñaloza. Sin embargo, aclaró que se continuó con los medios para asignarle una sala con respirador.  

"Se quemaron etapas y lamentablemente ocurrió el deceso", expresó el profesional. En el sanatorio, los pacientes se dividen en dos tipos de patologías: de urgencia (donde se corre riesgo de una muerte en una hora) o de emergencia, que era el caso del hombre que falleció, donde se consideran 12 o 24 horas.

Peñaloza dijo que en estos días se vive con "dinamismo". Al momento de la entrevista, en el lugar había camas pero el médico señaló que podría "ocuparse en un ratito". "Es una artesanía lo que estamos haciendo en esta crisis sanitaria por la gran demanda que ha creado esta patología", lamentó. 

De todas maneras, fue firme al asegurar que todavía no están en la situación de tener que elegir a quién asignarle una cama. "Este paciente requería una unidad que, al tratarse de una emergencia, en ese camino recibió asistencia médica, tenía los recursos", indicó. 

También hizo hincapié en que, dada la situación que atravesaba el paciente fallecido, la presencia o no de un respirador "seguramente no hubiera cambiado el resultado final" y recordó que "estamos en crisis sanitaria".