La alta inflación y el menor poder adquisitivo de la población derivó en un histórico descenso del consumo de carne vacuna. Según los datos del primer trimestre de este año, que fueron elaborados por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), el consumo fue de 49,6 kilos per cápita, registrando una caída interanual del 13,5% y transformándose en el más bajo de los últimos 50 años.

Desde diciembre de 2015 y marzo pasado, los precios de la carne vacuna aumentaron un 134,1%, la de pollo un 154,6% y los cortes de cerdo un 126,8%. Todo esto representa que el poder de compra de los salarios le ganó a la carne vacuna y al cerdo, y perdió casi un 7% frente al pollo.

En cuanto a la faena total vacuna para el primer trimestre de 2019, Ciccra indicó que “la industria frigorífica faenó 3,097 millones de cabezas, es decir 5,8% menos que en el primer trimestre de 2018”.