Desazón es la palabra que mejor describe la sensación del arquitecto Pablo Dellatorre, quien años atrás ideó una casa en las alturas, conocida como "el nido" y ubicada en Potrero de Garay. Tras el paso del fuego de la icónica vivienda sólo queda el recuerdo.

"Terrible, fue uno de los peores días de mi vida", relató Dellatorre, quien el miércoles estaba en Córdoba capital y fue avisado de la cercanía de los incendios. Al principio "no le di la importancia que tuvo", indicó, al tiempo que precisó que el fuego "arrasó, en minutos".

"Tuve este milagro de que se salvó mi estudio por medio metro pero el resto, el nido, nuestros rincones de encuentros, el campo, los pinos, el bosque, animales", todo se perdió.

De la casa del árbol conocida como "el nido", el arquitecto señaló que "no quedó absolutamente nada". 

El Nido quedó destruido por el fuego en Potrero de Garay.