Cada vez más cordobeses parecen irse incluyendo en aquella teoría de que agosto tiene más de los 31 días que marca el almanaque. Los cambios en las condiciones del tiempo suelen generar esa sensación, y esta temporada no es la excepción.

La última semana del mes, ese que "hay que pasar" está marcada por estas horas por la espera de la llegada de la inestabilidad. Y se produciría después de la ola polar y una "primavera anticipada".

En ese camino el invierno se va deshilachando. Este martes, un sol pleno extendió la temperatura máxima hasta los 30 grados.