Sentado a la izquierda de la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, este martes había un joven, vecino del barrio "Padre Mugica".

En el asentamiento, conocido como Villa 31, hubo casi dos mil contagios de coronavirus durante la pandemia y todavía persiste el despliegue de un equipo sanitario en ese sector de la Ciudad de Buenos Aires.

La idea del gobierno central fue visibilizar, en la figura de Daniel Castillo, el trabajo social que se desarrolla en los barrios populares.

"No sorprende pero no deja de conmover cómo se organizaron los vecinos para hacerle frente al coronavirus. Y después de tanto tiempo, poder ver los resultados", puntualizó Vizzotti.

Daniel narró que "el 15 de mayo me acerqué al operativo Detectar" de la zona, y poco después le confirmaron que su hisopado dio positivo.

"Más allá de los momentos de miedo, estoy completamente seguro que este plan le salvó la vida a mis padres. Ese mismo día le hicieron el test, que después dio negativo", sentenció.

Con gratificación, señaló que pudo volver a su casa diez días después, tras cumplir el aislamiento.

Luego contó: "En todo este tiempo se trabajó con toda la comunidad del barrio, los consejeros, delegados, la capilla, para salir adelante. Y ahora queremos ser solidarios y ser parte de la donación de plasma: queremos colaborar".