Previamente a la pandemia, las tareas domésticas representaban un 15,9% del PBI, el cual ya era una parte importante. Sin embargo, desde el 2020 y todo lo que ya sabemos que sucedió en Argentina y el mundo con el coronavirus ese porcentaje creció un 6% hasta llegar al 21,8% del Producto Bruto Interno.

De esa forma lo indica el “Estudio sobre el impacto de la COVID-19”, realizado por el INDEC. Además, el mismo estudio revela la inequidad de género en este ámbito: el trabajo doméstico está tres veces más a cargo de las mujeres que de los varones.

Según el informe realizado, desde los hogares en los que manifestaron que la carga de las tareas domésticas es mayor desde que comenzó la pandemia, un 64% confirmó que esa actividad fue realizada casi de forma exclusiva o con mayor dedicación sobre los hombros de las mujeres.

Para comparar en valores reales cuánto representa el porcentaje del trabajo doméstico en el PBI, previamente a la pandemia la industria argentina significó un 13,2% y el comercio un 13,1%. Esto significa que incluso antes de la llegada del virus el trabajo doméstico era la actividad económica 

Por otra parte, ni las empresas ni el mismo Estado reconoce el trabajo doméstico como trabajo en sí. Al menos así lo manifiestan a través de la falta de remuneración para uno de los roles más importantes en el día a día del hogar.

Fuente: Qué Portal