"Es un gran auge. Hace más de 30 años que estoy con el rubro. Jamás vi semejante cantidad de ciclistas y gente adepta a este deporte". 

La frase pertenece a Ariel Arnaudo, quien luego de competir por muchos años se desempeña como coordinador de comunicación y redes del Grupo Carlos Karabitian y jefe de equipo del Team Venzo Argentina.

En tales roles confirma lo que se percibe desde tiempos aún anteriores a la pandemia: la bicicleta se ha convertido en un medio de creciente aceptación entre los cordobeses. No sólo como transporte para obligaciones cotidianas; también se ha incrementado la cantidad de personas que la eligen como medio de recreación y diversión.

Lo confirman también los números. Según datos brindados a cba24n por una firma líder en el rubro, en junio se ha incrementado más de 64% la cantidad de unidades vendidas respecto del pasado año. En mayo, la suba interanual había sido del 31 por ciento.

Según otras estimaciones, siempre de empresas cordobesas, al final del año las ventas habrán de triplicarse.

Distintos factores convergen para explicar el auge. A los recurrentes problemas en el transporte público de pasajeros, especialmente en la ciudad de Córdoba, donde el servicio ha sumado semanas de ausencia, se ha sumado la paulatina flexibilización de las restricciones a que obliga la circulación del coronavirus.

También, una emergente conciencia sobre la necesidad de cambiar prácticas que se han manifestado perniciosas para la sociedad, desde la contaminación por dióxido de carbono hasta la saturación en las grandes urbes.

"Hay varios factores. Hay un poco de conciencia. También el momento que vivimos. Pero es un fenómeno a nivel mundial", añade el también profesor.

Las operaciones de la empresa que representa sirven como testimonio. "Las grandes fábricas tienen una demanda que muchas veces no pueden abastecer. Nosotros hemos programado para tener el stock, pero puede haber demoras", señala.

Finalmente, la masiva elección de biciclos obliga también a replantear esquemas urbanos, hoy colapsados y riesgosos para los vehículos de menor porte.

"Históricamente la bicicleta tuvo que ver más con lo recreativo y deportivo. Ahora más gente la usa para ir a sus empleos. Pero no todas las urbes no están organizadas para eso. Esto también marca a los gobernantes algo sobre lo que deben trabajar de modo urgente, porque se ve una gran cantidad de ciclistas que deben transitar de forma segura", amplía Arnaudo.